Habrá muchas personas, cómo el higadazo de Yves Guillemot, CEO de Ubisoft, que vean con malos ojos cuánto se tardó en darle cuello a la pasada generación, quesque si limitaban la creatividad, que si el hardware ya estaba muy viejo o que simplemente los juegos ya se veían muy feítos; los dos últimos puntos tienen su validez, a diferencia de la chingadera del primero, sin embargo esa longevidad permitió algo que a la larga, IMHO, es mucho mejor.

El 360 y PS3 llegaron en el momento justo que las televisiones hd estaban llegando y también cuando el internet de banda ancha empezaba a estar disponible en más lugares, ambas consolas estaban en diseñadas para tomar ventaja de esas tecnologías, haciendo que el combo de consola, pantalla lcd a 1080p e internet de banda ancha empezara a asentarse al parejo, con esto dicho las cosas estaban puestas para que las apuestas, en este bonito hobby y que a veces es vicio, empezaran a elevarse. El paradigma de conectar y jugar dejó de ser válido, ahora había que hacer un esfuerzo mayor para disfrutar de la experiencia completa.

Por supuesto los sombrerazos no se hicieron esperar, estaban los que clamaban que la verdadera experiencia de multijugador era para jugadores que estaban en el mismo cuarto y que no era justo que se le exigiera a los pobres jugadores hacer una inversión mayor para disfrutar de la consola y estábamos los que simplemente los ignoramos; ésto por el simple hecho de que nos estábamos metiendo en algo nuevo, estaba ahora la chance de echar reta con los amigos sin preocuparse por las distancias o las horas y poder bajar demos, si bien eso era moneda común con los acostumbrados a jugar en pc, los de consola no tenían que ponerse a ver si el demo lo iba a poder soportar su máquina. Ya me estoy desviando, o tal vez no, pero al final esto tendrá sentido.

La longevidad de la séptima generación de videojuegos (wikipedia dixit) ayudo a que a que las consolas y sus usuarios se acostumbraran a los nuevos beneficios a los que tenían acceso, de repente la pantalla de 14 o 18 o 24 pulgadas ya no servían para jugar, ahora era necesario hacerse de una 32 o 42 o 55 o las que a un le alcanzaran, así que si se estaba estrenando tele, empezaba a hacerse lógico que ésta estuviera en la sala, porque también servían para poner películas; una vez que pasó eso, las cosas empezaron a evolucionar de una manera muy particular… Si la gente empezaba a sacar las consolas de sus cuartos, si las consolas ya estaban conectadas a internet y empezaban a ocupar lugares comunales, ¿porqué no empezar a ofrecer más servicios y no sólo la opción de jugar?

Y bueno, las consolas dejaron de servir solo para jugar, de buenas a primeras ya estaba la opción de ver tv por netflix, de rentarle películas a microsoft o a sony, y si televisa no estuviera diseñada por retrasados, también se podría disfrutar de partidos de fútbol, pero ese rant no va aquí. Para casos prácticos, mi opinión es que la consola empezó a volverse un centro de entretenimiento de una casa, algo similar en cómo los celulares evolucionaron en smartphones, si el celular ya uno lo cargaba a todos lados, era lógico que todas las actividades diarias pudieran accederse y administrarse desde ahí. Así la consola, empezó a volverse el corazón de las salas de la casa.

Desde otra óptica, la generación pasada logró algo increíble, por fin los tíos dejaron de llamarle «el nintendo» a cualquiera de las consolas que uno tuviera(el nientiendo si tenías un tío locochón), esa manera de integrarse la consola con la estética de la sala fue único, durante mi niñez y adolescencia siempre la videocasetera o el estereo venían antes que cualquier consola que tuviera, o dicho de otra manera, las entradas de la televisión se podrían usar para jugar siempre y cuando el resto de la familia no fuera a juntarse a verla.

Yo me hice de mi 360 a los 24 y al igual que a muchos de mi generación, hayan sido o no videojugadores, llegué a los 30 con una consola en el morral y con la idea de que a donde me moviera tenía que tener un lugar adecuado para ponerla. A mis 33 años, el 360 ocupa el lugar principal de la sala, fue lo natural para mi y mi esposa, que no es videojugadora pero si le entra con gusto al puzzle quest y al dance central, aunque cada vez juguemos menos, es la opción para ver netflix y para rentar películas o disfrutar de cualquier servicio de stream que esté disponible.

Al final la longevidad que disfrutó la generación pasada ayudó a que se asimilaran bien los cambios, independientemente de la opinión que se tenga de los dlc o de los parches del primer día, soy de la idea que es mejor tenerlo a no tenerlo y que también es fácil ver quien lo hace por lacra y quienes si tienen ganas de hacer algo ético(ofrecer un buen producto no tiene nada que ver con la idea de vender un juego incompleto, eso tal vez sea otro tema), la disposición que tenían hizo que las consolas se volvieran parte fundamental de la diversión de todos los que viven en la casa. Ahora que tengo mi familia, sé que ellas (mi esposa, mi hija y mi perra llamada Terry) vivirán con la idea de que la consola es parte fundamental de un centro de entretenimiento, simplemente porque es el nuevo paradigma de conectar y disfrutar de todos los servicios que hay en la nube.